Nikki Haley dimite como embajadora de EE UU ante la ONU

  • Considera que es el momento de "dar un paso a un lado".
  • Durante su gestión supervisó la retirada del país del Consejo de Derechos Humanos.
Donald Trump, con la embajadora ante la ONU, Nikki Haley.
Donald Trump, con la embajadora ante la ONU, Nikki Haley.
Michael Reynolds / EFE
Donald Trump, con la embajadora ante la ONU, Nikki Haley.

La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha renunciado al cargo y lo dejará a finales de año, según ha confirmado este martes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La aún embajadora aseguró que abandona el cargo porque ha llegado el momento de "dar un paso a un lado" y consideró que cuando ponga fin a su mandato a finales de año el país habrá recuperado su orgullo perdido.

El presidente señaló que Haley le había comunicado la decisión hacía ya varios meses. "Ha hecho un trabajo fantástico. Hemos hecho un trabajo fantástico juntos", declaró Trump a un grupo de periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca, donde recibió a la todavía embajadora.

A pesar de que Trump aseguró que conocía la decisión de Haley desde hace meses, pues hacía tiempo que le expresó su deseo de cumplir un mandato de solo dos años, la salida de una de las figuras más fuertes del actual Gobierno sorprendió a Washington.

Pieza clave

Haley ha sido uno de los nombres clave de la actual Administración estadounidense y se ha convertido en una eficiente ejecutora de las políticas aislacionistas del presidente Trump desde su complicado papel en Naciones Unidas, a pesar de reconocer algunos desacuerdos políticos.

Exgobernadora de Carolina del Sur, fue de los primeros nombres confirmados de la Administración Trump, apenas cuatro días después de que el magnate neoyorquino tomara posesión del cargo. Fue elegida pese a sus críticas durante la campaña electoral y su falta de experiencia en política exterior.

Ha sido la encargada de defender el cambio de estrategia de Estados Unidos respecto a la ONU y sus políticas. Así, por ejemplo, ha supervisado la retirada del país del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Tampoco ha dudado de hacerse eco de las polémicas palabras del presidente estadounidense contra Irán, Corea del Norte, Venezuela o, incluso, la propia institución, a la que llegó a acusar de no ser justa con Israel.

A pesar de su pasado político, Haley hoy descartó tener pensado presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 y aseguró que su intención es apoyar la candidatura de Trump cuando llegue el momento.

Haley reconoció algunos desacuerdos políticos con Trump en un artículo de opinión en el Washington Post el mes pasado, cuando criticó a un alto funcionario del Gobierno, no identificado, que escribió un artículo de opinión en The New York Times, describiendo una Administración caótica y alertando de que los ayudantes de la Casa Blanca no estaban de acuerdo en muchas cosas con Trump.

"No estoy de acuerdo con el presidente en todo", escribió Haley. "Cuando hay desacuerdo, hay una manera correcta y una manera incorrecta de abordarlo. Levanto el teléfono y lo llamo o me reúno con él en persona".

"Paso a un lado"

"Es importante que los funcionarios sepan cuándo hay que dar un paso a un lado", dijo Haley durante una comparecencia ante los medios junto a Trump.

Haley alabó la dureza con la que Trump ha tratado, en ocasiones, a la ONU, lo cual, según opinó, ha llevado a la organización a ser "más fuerte y más eficiente", mientras que ha permitido a su país recuperar el orgullo perdido con los años.

La aún representante diplomática no dudó en poner como ejemplo de la firmeza de la Administración de Trump su decisión de trasladar la embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una medida criticada por la comunidad internacional.

"Pondremos nuestras embajadas donde queramos ponerlas", advirtió Haley con tono desafiante.

A sus 46 años, Haley achacó su decisión a la gran "intensidad" profesional a la que se ha visto sometida en los últimos ocho años, no solo como embajadora ante la ONU, puesto que ocupó en enero de 2017, sino como gobernadora de Carolina del Sur.

"Fui gobernadora durante seis años y tuvimos que lidiar con un huracán, una inundación, un tiroteo en una iglesia y otro en una escuela, y después me incorporé (a la ONU) y han sido dos años de Irán, Corea del Norte... ha sido un período intenso y soy una firme creyente en los mandatos estrictos", detalló.

Haley se comprometió a no abandonar su puesto hasta finales de año para así asegurarse de que "todo está en su sitio" para cuando llegue su reemplazo.

Respecto a su futuro, la embajadora afirmó que aún no sabe qué hará, pero aseguró que no tiene pensado presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 y que, pese a su marcha de la primera línea política, nunca dejará de defender los intereses del país.

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